9-M: ¿M de mediocridad?

Llegamos a un punto en el cuál todo se confunde. Gente creyéndose mejor que otra por estar trabajando en vez de andar desaparecida, gente creyéndose mejor que otra por no andar vendalizando monumentos, gente creyéndose mejor que otra por andar desaparecida mientras a otras personas les vale.

No obstante todas las ideas se confunden en un mensaje de odio de los unos hacia los otros. Cabe precisar que en una sociedad como la sociedad en la cual estamos viviendo no todos pueden permitirse -perdonenme la expresión- el lujo de andar desaparecida, con las condiciones de sueldos mínimos para algunas mujeres este sueldo perdido cuenta por mucho. Seguramente algunas empresas o dirigentes cuentan precisamente con ello para luego poder decir que a las mujeres de su empresa no les va tan mal ya que vinieron a trabajar en día de paro nacional.

Otro punto es que si no tantas como deberían están desaparecidas el día de hoy, 9 de marzo de 2020, es que este movimiento releva de un cierto tipo de élite. ¿Por qué la elección de la palabra élite? Porque el moviemiento se difundió a traves la redes sociales a las cuales no todas la mujeres pueden acceder, a lo mejor se hicieron llamadas por medios televisivos pero a mucha gente no le interesan tanto los informativos como el último capítulo de la Rosa de Guadalupe (si es que siga vigente el programa).

También hay quienes ven en estas mujeres unas flojas que solamente quieren descansar un día másy se apoyan en una mera excusa para justamente no trabajar. Y quienes no son perezosas, orgullosamente publicarán que ellas sí están trabajando, que ellas son el modelo a seguir, para todas y para las generaciones futuras, que tienen un papel de ejemplaridad que cumplir. Pero, se darán cuenta que las del mal ejemplo también luchan para ellas y para todas las que pretenden seguir su ejemplo. Al fin y al cabo, ¿qué es mejor, mostrar el ejemplo y seguir en el modelo de siempre en el cual la mujer vive incómoda, o no dejarse para crear un nuevo modelo en el cual toda mujer puede desarollarse plenamente, sin perder de vista estos valores de trabajo?

El tema del paro nacional divide las opiniones cuando debería unirlas, todas detrás de una causa, que en mi húmilde opinión, es justa. Este día de acción, inofeensivo y al parecer pasivo, no es un acta femenino, el día de hoy no se trata de vandalizar monumentos se trata de demostrar hasta que punto a la sociedad le importa o no el trato de las mujeres en lo cotidiano. Muchos vídeos hoy de mujeres derribando vallas protectoras de monumentos en las redes sociales, de mujeres grafiteando monumentos y los comentarios que van seguidos llamandolas bestias sin cerebro y eso en los más simpáticos. Estos actos y publicaciones tachan lo importante de un día como hoy, y lo representativo de la acción #ningunasemueve.

Captura de pantalla de una publicación en Facebook

Voces se levantan criticando lo tan reducido y limitado de la reivindicación a solo las mujeres cuando lo que se requiere es un México sin violencia para todos. ¡Despierta México! A diario ¿qué tanto se lucha para alcanzar el México sin violencia tan añorado? ¿qué acciones se toman y tengan tanto impacto en las redes sociales como este moviemiento que hace correr tinta y fluir palabras de todo tipo en todos los medios posibles e imaginables? ¿Cuántas voces unanimes despiertan a la vez para gritar que todo está mal? ¿Acaso prefieres tranquilidad, que todo fluya como siempre y a lo mejor algún día cambiará? Estas mujeres que a ti, detrás de tu pantalla, te exasperan luchando pacíficamente y denunciando lo que sufren a diario, que etiquetas de feministas o femininazis, cuando muchas son ni uno, ni otro, muchas son mujeres, mujeres como tú, que a lo mejor me lee, seres humanos como cualquiera que pudiera leer esto.

Entonces no, luchar para los derechos de la mujer, su reconocimiento, no es cosa de unas feministas, vándalas o feminazís, es implicación de todas, la maestra, la emprendedora, la artista, la chacha, la niña, la adolescente, la joven adulta, la colega, la amiga, la novia, la madre, la tía, la abuela, la contadora, la viajera, la soltera, la casada, la historiadora, la restauradora, la conductora de taxi, la azafata, la cocinera, la mesera, la que habla, la que calla, la que respira, la que ama la que llora, la que sufre, la que ríe,... de todas. Y si ellas, lo logran, no lo lograran sólo para sí misma, tampoco solo para las mujeres, sino para todos, hombres y mujeres. El respeto es contagioso al igual que la falta de ello. Tú, que no ve de tan buen ojo los movimientos de las mujeres, ¿qué propones?

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